La Buena Semilla: Lunes 7 Julio
Lunes
7
Julio
Tomad… la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica.
Efesios 6:17-18
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
1 Tesalonicenses 5:8
¿Sin armas para luchar?

La pandemia de 2020 demostró nuestra dependencia de otros para adquirir muchos de los productos indispensables en la lucha contra la propagación del virus: tratamientos, respiradores, máscaras, etc.

Esta situación nos recuerda la de los israelitas: carecían de espadas y dependían del pueblo vecino para afilar sus herramientas de trabajo (1 Samuel 13:19-22).

Hoy en día, la lucha del cristiano no es contra sangre y carne, sino moral y espiritual. Esta lucha se libra en la manera en que alimentamos a nuestras almas, en nuestras decisiones y nuestra conducta en el mundo. “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:15). ¡Esto es lo esencial de nuestra lucha!

¿Cuáles son nuestras armas? Tenemos dos principales: poner en práctica la Palabra de Dios y perseverar en la oración. ¿Por qué, a veces, somos derrotados? Porque nuestras armas no están preparadas, no las tenemos a la mano. Reflexionemos: el trabajo, el ocio, las horas que pasamos frente a las pantallas, ¿no han acaparado nuestro tiempo y nuestra energía? Pongamos en práctica las exhortaciones de los versículos antes citados. Busquemos la presencia del Señor y, de rodillas, encontremos el secreto de la fuerza espiritual, para que seamos “más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).

Daniel 9:1-19 – Lucas 1:1-25 – Salmo 79:8-13 – Proverbios 18:23-24