La Buena Semilla: Miércoles 2 Julio
Miércoles
2
Julio
El Señor tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos.
Jeremías 42:3
Bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
1 Corintios 10:4
La travesía por el desierto

Los que han hecho largas caminatas por el desierto quizá comprendan más fácilmente por qué Dios, en la Biblia, compara el andar del cristiano en este mundo con una travesía por el desierto. En el desierto falta todo: señalización, agua, alimento… Pero a menudo hay rocas, que nos recuerdan la estabilidad y nos brindan protección contra el calor.

Para sobrevivir en el desierto necesitamos cuatro cosas básicas: un guía, una reserva suficiente de agua y alimento, estar bien calzados y encontrar un abrigo en las horas más calurosas.

El cristiano sabe que tiene todo esto en Jesucristo.

– Jesús es nuestro guía, él prepara el camino y las circunstancias de la vida de quienes han puesto su confianza en él. Les muestra la dirección que deben tomar, como lo hizo con el pueblo de Israel en el desierto por medio de la nube y la columna de fuego (Éxodo 13:21).

– A menudo la Palabra de Dios, la Biblia, es comparada con el agua que da la vida. Al leerla, podemos nutrirnos, refrescarnos. Ella es permanente, viva, inagotable para hacernos bien.

– Para caminar debemos estar bien calzados con el deseo de anunciar el Evangelio de la paz (Efesios 6:15), la buena nueva de la salvación en Jesucristo, dondequiera que nuestros pasos nos lleven.

– Por último, Cristo es la roca sobre la cual nos apoyamos, bajo la cual nos refugiamos y nos refrescamos. Así el cristiano puede mirar tranquilamente hacia adelante en este mundo difícil.

Daniel 4:19-37 – 1 Juan 3 – Salmo 78:32-40 – Proverbios 18:14-15