Los que han hecho largas caminatas por el desierto quizá comprendan más fácilmente por qué Dios, en la Biblia, compara el andar del cristiano en este mundo con una travesía por el desierto. En el desierto falta todo: señalización, agua, alimento… Pero a menudo hay rocas, que nos recuerdan la estabilidad y nos brindan protección contra el calor.
Para sobrevivir en el desierto necesitamos cuatro cosas básicas: un guía, una reserva suficiente de agua y alimento, estar bien calzados y encontrar un abrigo en las horas más calurosas.
El cristiano sabe que tiene todo esto
– Jesús es nuestro
– A menudo la Palabra de Dios, la Biblia, es comparada con
– Para caminar debemos estar bien
– Por último, Cristo es
Daniel 4:19-37 – 1 Juan 3 – Salmo 78:32-40 – Proverbios 18:14-15