La Buena Semilla: Martes 24 Junio
Martes
24
Junio
Qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos… Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Romanos 8:26, 28
Otro fracaso

Los resultados acababan de publicarse: Sandra volvió a reprobar su examen. ¡Toda la familia compartía su tristeza! Sandra había acumulado muchos fracasos por su falta de confianza. Muchos habían orado para que el Señor le concediese por fin un éxito que la animara… ¡Pero no! Fue un duro golpe para su moral… ¡y para su fe! Parecía un año perdido, oraciones inútiles… ¿Por qué, Señor?

A primera vista, los fracasos parecen negativos, e incluso destructivos para algunos. ¿Debemos discutir, lamentarnos, culpar al Señor y olvidar la promesa: “A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”?

A menudo pensamos a corto plazo, basándonos en la información que tenemos. Pero Dios ve más allá, él ve las cosas invisibles y eternas. Para él, un fracaso no significa un año perdido. Durante este año Dios se ocupó de Sandra. Le enseñó a conocerlo mejor, a confiar en él… Ella hizo progresos en su vida cristiana, lo cual es mucho más importante que el éxito académico.

La fe en el Dios que nos ama nos permite superar las decepciones en paz y sin rebelarnos. Confiar en el amor y la sabiduría infalibles del Señor le honra y puede animar a los que nos rodean.

A veces el fracaso nos parece inexplicable, e incluso injusto. En el cielo veremos que el Señor tenía sus razones y quería nuestro bien…

¿Cómo actuó Jesús, nuestro modelo? Sencillamente se sometió con gozo: “Sí, Padre, porque así te agradó” (Mateo 11:26).

2 Reyes 23:21-37 – 1 Timoteo 6 – Salmo 74:12-23 – Proverbios 18:1