La Buena Semilla: Sábado 21 Junio
Sábado
21
Junio
(Jesús) No se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré.
Hebreos 2:11-12
Todos vosotros sois hermanos.
Mateo 23:8
Himno a la alegría

El «himno a la alegría», poema de Friedrich von Schiller, es conocido como el final de la novena Sinfonía de Beethoven. Se ha convertido en el himno oficial de la Unión Europea. Celebra el ideal de la unidad y la fraternidad humanas, alcanzado en el gozo universal: «Millones de seres, démonos un abrazo que abarque a todos…». El himno a la alegría también podría titularse: El himno a la hermandad. En efecto, ¿quién no desearía ver un día a todos los hombres llamándose hermanos y tratándose como tales?

Por desgracia, la realidad es muy diferente. El mundo está agitado por constantes guerras, y la fraternidad desaparece detrás de toda clase de egoísmos.

Sin embargo, Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra a fin de sacar de la humanidad una familia para Dios su Padre. La fundó sobre la base de su muerte y su resurrección. Mediante la fe en Jesucristo nos convertimos en hijos de Dios (Juan 1:12), y Jesús puede llamarnos sus hermanos (Juan 20:17). La fraternidad puede vivirse disfrutando de forma práctica lo que es la familia de Dios, con los creyentes que nos rodean. La justicia, la paz y el gozo en el Espíritu Santo caracterizan el reino de Dios, nuestro Padre (Romanos 14:17). Vivir este reino, aunque esté marcado por nuestra debilidad, es un canto a la gracia de nuestro Señor Jesucristo.

Recordemos también que nuestro prójimo es nuestro hermano, o un miembro de nuestra familia, y como tal, le debemos nuestro amor.

2 Reyes 21 – 1 Timoteo 3 – Salmo 73:10-20 – Proverbios 17:23-24