Un pequeño pueblo ubicado en la montaña invitaba a la gente a ir a ver las diferentes actividades, los espectáculos, el mercado artesanal, con estas palabras: «Nos vemos arriba».
Esto nos recuerda que nosotros, los cristianos, también tenemos una cita allá arriba. Antes de partir de este mundo, Jesús prometió a sus discípulos: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). Esta es la bienaventurada esperanza que anima y consuela a todos los que han puesto su confianza en Jesús. Tienen la certeza de que su Salvador ha resucitado y que él mismo vendrá por ellos. “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:16-18). Esta cita allá “arriba” da al creyente fuerza, gozo y un propósito para la vida diaria.
1 Reyes 11:23-43 – Marcos 12:28-44 – Salmo 58:1-5 – Proverbios 15:17-18