La Buena Semilla: Domingo 4 Mayo
Domingo
4
Mayo
Sabiendo que fuisteis rescatados… con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo.
1 Pedro 1:18-20
Antes de la fundación del mundo (2)

“El Padre ama al Hijo” (Juan 5:20). Antes de la fundación del mundo, Dios Padre amó a su Hijo Jesucristo, quien era:

– Un Cordero “destinado”, conocido de antemano. En la Biblia, el cordero habla de un sacrificio. Antes de la fundación del mundo, un Cordero fue preparado para ser sacrificado. Abraham anunció que Dios proveería el cordero para el holocausto (Génesis 22:8). 2000 años después, Juan el Bautista, al ver a Jesús declaró: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).

Jesús también es el Cordero de Dios anunciado a Abraham y provisto para el sacrificio.

¿Por qué era necesario un sacrificio? Por la desobediencia del primer hombre, a causa de la cual el pecado entró en el mundo. Jesús vino a este mundo para librarnos de las consecuencias del pecado (Romanos 6:23). Murió como la víctima perfecta, y su sangre derramada limpia de todo pecado a los que creen en él (1 Juan 1:7). “Se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Hebreos 9:26).

En el libro del Apocalipsis volvemos a ver al Cordero de Dios (Apocalipsis 5:6, 8, 12-13). Todos podemos constatar que fue inmolado, es decir, sacrificado. Gracias a él, ahora Dios puede salvar a todos los que creen en él.

El hecho de que este Cordero fuera destinado desde antes de la fundación del mundo proclama que, desde siempre, Dios estuvo dispuesto a sacrificar a su amado Hijo por los hombres pecadores.

(continuará el próximo domingo)

1 Reyes 3 – Marcos 7:1-23 – Salmo 51:13-19 – Proverbios 14:31-32