¿Busca pruebas de la existencia de Dios? Eso es comprensible, pero primero debe preguntarse: ¿Realmente quiero conocer a Dios? A los que lo buscan, la Biblia responde: “Me buscaréis y me hallaréis” (Jeremías 29:13).
Si tratamos de conocer a Dios con nuestra inteligencia, mediante nuestros esfuerzos, no lo lograremos. Dios es espíritu, por lo tanto el ojo humano no puede verlo. Y el orgullo nos hace rechazar lo que nuestros ojos no pueden ver o lo que nuestra razón no puede comprender.
Sin embargo, Dios se revela a nosotros porque ama a su criatura y siempre ha querido acercarse a nosotros. Él nos busca.
Después de hablar por medio de los profetas, nos habló por su Hijo Jesucristo. El amor de Dios se demostró cuando envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él (1 Juan 4:9).
Los evangelios atestiguan que Jesucristo vino a la tierra para revelarnos a Dios. Él pudo decir: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). ¿Qué verdad? Que todos los hombres son pecadores ante él, pero también que Jesús “se dio a sí mismo en rescate por todos” (1 Timoteo 2:6). ¡Solo podemos conocer a Dios por medio de Jesús y de su obra perfecta!
1 Reyes 2:1-25 – Marcos 6:1-29 – Salmo 51:1-5 – Proverbios 14:27-28