La Buena Semilla: Lunes 30 Enero
Lunes
30
Enero
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Génesis 1:1-3
En el principio

En el principio: La Biblia empieza con esta expresión. No se trata de un comienzo cualquiera, como el de una nueva semana, sino del comienzo de la creación del universo, tal como Dios la operó. Antes de la creación no había nada, sino el Dios eterno.

Creó Dios: Dios tiene el poder para crear algo a partir de la nada. Los hombres, por el contrario, solo saben transformar lo que ya existe.

Los cielos y la tierra: este es el marco en donde se desarrolla toda la historia del hombre. De hecho, toda la Biblia habla sobre las relaciones entre la tierra y el cielo.

Y la tierra estaba desordenada y vacía: se expone el triste estado de nuestro planeta, que es el mismo estado del corazón humano. “El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”: Esta frase expresa el interés de Dios con respecto a la tierra, y con respecto a la humanidad: “De tal manera amó Dios al mundo…”.

Y dijo Dios: Sea la luz: Mediante esta primera frase, Dios introdujo la luz, es decir, el remedio a esta situación desoladora. Esta luz representa a Jesucristo. Él mismo dijo: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12). “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo” (Juan 1:9). En efecto, Dios envió a su Hijo unigénito al mundo perdido, para salvar a todos los que depositan su confianza en él.

Desde el principio de la Biblia encontramos el plan de salvación que, aún hoy, Dios ofrece a cada ser humano. ¡Que el Evangelio sea también el gran comienzo de su vida y de una verdadera relación con Dios!

1 Samuel 24 – Mateo 19 – Salmo 18:16-24 – Proverbios 6:6-11