La Buena Semilla: Martes 15 Diciembre
Martes
15
Diciembre
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Romanos 10:9
¿Qué significa creer?

Para usted, ¿qué es un cristiano? ¿Alguien que piensa tener la verdad y trata de imponérsela? ¿O una persona cuya actitud cotidiana refleja la dulzura, la bondad, la justicia, como Jesucristo?

La fe cristiana no es la adhesión a dogmas o teorías, sino el hecho de confiar en Dios, quien ama al hombre y lo demostró dando a su Hijo unigénito para salvar a seres perdidos (Juan 3:16). Dios mostró su amor, su gracia y su perdón, mediante la venida de Jesucristo a la tierra, su muerte y su resurrección. Creer es reconocer que ese don de Dios es para mí, pecador perdido y alejado de Dios, y aceptar a Jesús como mi Salvador.

La fe no es conocer y recitar fórmulas u oraciones, sino recibir de Dios la realidad de lo que ellas expresan. Es reconocer quién es Jesús, como lo hizo Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).

Jesús dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Creer es abrir la puerta: Jesús hace el resto en nuestro corazón. La Biblia nos dice: “El que cree en el Hijo (de Dios) tiene vida eterna” (Juan 3:36). El cristiano sabe, pues, que tiene la vida eterna, y empieza a vivirla y gozar de ella desde ahora.

“Con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:10-13).

Jueces 7 – Apocalipsis 8 – Salmo 142 – Proverbios 29:26-27