La Buena Semilla: Sábado 7 Noviembre
Sábado
7
Noviembre
Escucha esto, Job; detente, y considera las maravillas de Dios… ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría?
Job 37:14, 16
Señor… desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Salmo 90:1-2
Ven a ver

En esa fresca tarde de otoño en nuestra aldea de Suiza, mientras preparaba la comida, miré por la ventana y quedé extasiada. “¡Teresa, ven rápido!, grité precipitándome hacia la puerta, ¡ven a ver!”. Mi hija dejó lo que estaba haciendo, tomó su chaqueta y corrimos hasta el campo situado en la parte baja del jardín. A nuestros ojos se ofrecía uno de los cuadros más magníficos que jamás había visto. Todo el horizonte era como el fuego. Todo parecía cubierto de colores brillantes: el cielo y los árboles, el horizonte y las nubes. Permanecimos silenciosas, impregnadas de aquel espléndido espectáculo. Luego, poco a poco, los magníficos tonos comenzaron a perder su resplandor. Maravilladas, permanecimos allí hasta la caída de la noche.

De regreso a casa desbordábamos de admiración ante la grandeza y la perfección de Dios, perceptibles en su creación. Estábamos emocionadas por ese recordatorio del poder del Señor, siempre presente a nuestro lado.

Padres cristianos, ¡qué felicidad poder mostrar a nuestros hijos las numerosas pruebas del poder, de la gloria y de la presencia divinas en nuestra vida! Mostrándoles, más allá de lo terrenal, las maravillas creadas por Dios, les enseñamos a contemplarlas en sus obras, a adorarlo y a glorificarlo.

Esto es como una muestra de la belleza de la nueva creación que esperamos.

“Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable” (Salmo 145:3).

Deuteronomio 31 – Juan 20 – Salmo 119:145-152 – Proverbios 27:3-4