La Buena Semilla: Viernes 31 Julio
Viernes
31
Julio
(Jesús dijo:) Entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista.
Lucas 7:28
(Juan el Bautista dijo:) Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
Juan 3:28
La persona más importante

Juan el Bautista fue enviado para preparar al pueblo de Israel ante la inminente llegada de Jesús, su Mesías. Vino “para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:17). Jesús dio un testimonio excepcional de Juan (primer versículo citado).

Juan el Bautista cumplió su misión de una manera destacable. Nunca se puso en primer lugar. Cuando los judíos le preguntaron, resaltó más bien lo que no era, y no lo que era. Desvió las miradas de sobre sí mismo, para dirigirlas hacia aquel a quien había venido a anunciar. Estaba satisfecho de ser solo una “voz” por medio de la cual Dios hablaba a su pueblo. Su actitud, sus palabras, y toda su manera de ser transmitían un mensaje esencial: La persona importante no soy yo, ¡es Jesús!

Tan pronto como vio a Jesús, Juan lo señaló a todos con un corazón vibrante: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Sus propios discípulos lo dejaron para seguir a Jesús. Juan no intentó retenerlos, sino que expresó su gozo diciendo: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:30).

Todos los pensamientos de ese hombre de Dios estaban vueltos hacia la Persona gloriosa de Cristo, de quien su corazón estaba lleno. Este es el resultado de tal olvido de sí mismo, el que caracteriza a un fiel siervo de Dios. En lugar de atraer las miradas y los corazones hacia sí mismo, los dirige hacia Jesucristo, la persona más importante.

Cristianos, ¡sigamos el ejemplo de Juan el Bautista!

Jeremías 4 – Lucas 12:22-40 – Salmo 89:28-37 – Proverbios 20:16-17