La Buena Semilla: Miércoles 10 Junio
Miércoles
10
Junio
Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
Isaías 65:24
La oración de su hija

Un orador ateo hablaba ante una numerosa audiencia. Atacaba la fe cristiana y ridiculizaba a las personas ingenuas que todavía creen en la oración. De repente, un hombre entre los asistentes se levantó y pidió la palabra.

 – Tiene usted enfrente a un hombre que antes era uno de los más miserables de toda la ciudad. Adicto a la bebida y al juego, golpeaba a mi mujer. No era más que un canalla. Mi esposa y mi hija se aterrorizaban cada vez que me oían llegar a la casa. Sin embargo, mi esposa oraba por mí desde hacía años; y también le enseñó a nuestra pequeña a orar por su papá.

Una noche regresé a casa más temprano de lo acostumbrado. Ese día no estaba ebrio. Mi esposa acababa de llevar la niña a la cama. Me acerqué sin hacer ruido y presté atención. Mi hija oró: “Señor Jesús, salva a mi papá. Por favor, Señor Jesús, libera a mi querido papá”.

Ellas no sabían que yo estaba escuchando. Dejé la casa sin hacer ruido. Me sentía fulminado. Un “querido papá”, ¡yo no merecía ese apelativo, no lo era! … Creo que nunca la había abrazado. Me sentí avergonzado. Con desesperación clamé: “¡Señor, ayúdame! ¡Responde la oración de mi hija!”. Y realmente el Señor lo hizo.

Hoy agradezco a Dios la fuerza que me da para ser un buen marido y un verdadero padre. Ahora somos una familia feliz. Por eso creo en Dios, porque él verdaderamente escucha las oraciones y las responde.

Se podría preguntar a ese orador ateo a cuántas personas ayudó con sus palabras a cambiar de vida, como fue el caso de ese padre. El ateísmo es completamente impotente en eso. Solo la fe en Jesucristo puede cambiar a alguien.

Levítico 20 – Romanos 15:14-33 – Salmo 69:9-18 – Proverbios 17:1-2